Relatos de Yanina, Fabricio y Magalí

El cigarrillo, el culpable

Como de costumbre, se levantó una mañana de invierno, preparó su desayuno y partió en su auto a gas, al trabajo. Iba muy tranquilo, escuchando una serena música y fumando un cigarrillo.
Llevaba la ventanilla semi abierta, para que el humo del cigarrillo no quedara dentro del automóvil y para poder tirar las cenizas y la colilla al finalizar de fumar. De repente, suena su celular, que llevaba guardado en la guantera de su auto, lo recoge, observa quien era el que lo llamaba y resultó ser la secretaria de la empresa, en la cual él trabajaba. Contesta el llamado y ésta le comunica que lo ascendieron en el puesto de trabajo, él se alegra mucho con la noticia recibida y sin pensar, tira la colilla del cigarrillo encendida, ya que afuera hacía mucho frío, el viento estaba muy fuerte, y él ya comenzaba a sentir ese aire tan fresco, por este motivo cierra la ventanilla y finaliza la llamada telefónica; la tan inocente colilla cae dentro del auto cerca del baúl, en el cual iba el tubo de gas.
Comienza a sentir un olor raro y comienza a ver un poco de humo, pero no se preocupó, porque de tan contento que iba, pensó que a lo mejor había pasado por algún lugar donde estaban quemando algo.
De repente una fuerte explosión lo sorprendió en su emocionante viaje.
Yanina

El sonido de un fin

Eran las 7:20 AM cuando escuchaba el molesto y odiado ruido del despertador, sin ni si quiera mover los párpados, liberó un brazo de entre las frazadas tibias y suaves del invierno y de un golpe seco, paró instantáneamente el ruido del aparato. Después de levantarse quejosa y desganadamente se dirigió a la cocina en busca del control remoto para así poder encender el televisor e informarse con las noticias como lo hacía diariamente.
El molesto hombre notó seguidamente, después de intentar una y otra vez, que el televisor no encendía. Con una cara de desagrado total, con sus ojos haciendo fuerza para lograr abrirse del todo, pudo ver que el televisor no estaba enchufado. Sin el mínimo ánimo de moverse, se vio obligado a enchufarlo por mano propia ya que era el único que estaba en la casa en compañía de su mascota. Bajo un silencio casi absoluto interrumpido por el canto de los pájaros en los árboles, se dirigió a enchufar el televisor.
En un abrir y cerrar de ojos, en una superficie dura y plana, sólo se le hacían visibles las patas de la mesa, en compañía de su fiel, quien jugaba con su áspera lengua, a lamerle la cara.

Fabricio

Las Gotas del Destino.

Era un día otoñal, como otros tantos, los jóvenes estaban sentados en sus bancos, fingiendo prestar atención a sus profesores, pero en realidad estaban más atentos a la tormenta que se avecinaba afuera.
Cuando toca el tan esperado timbre de salida, al llegar a la puerta, Antonio quiso salir rápido del lugar ya que estaba lloviendo y su casa le quedaba unas 5 cuadras, mientras que por distraído, no se percató de que el piso de la vereda era muy resbaladizo y estaba demasiado mojado, por lo que al salir corriendo resbaló y fue a parar al piso, mojándosele los útiles y golpeándose las manos al querer apoyarse y amortiguar el golpe. Pablo, al verlo en el piso decide ayudarlo y lo acompaña a su casa, Antonio lo invita a pasar y enseguida pone la pava así toman unos mates. Se saca las zapatillas porque las tenía muy mojadas y se queda con las medias, aunque también estaban mojadas.
Tomando mates, se pusieron a charlar, contarse cosas, y se pusieron a investigar en la computadora sobre un tema que les daba curiosidad a ambos. En eso, llega Josefina y se prende en la charla y también con los mates. Luego, Antonio queda solo en frente de la computadora mientras Pablo y Josefina miraban un programa de Tv, suena el teléfono, y Antonio, en el apuro y por descuido, torpemente le pega al mate y éste cae sobre el teclado, cuando corta su tía que era quien lo había llamado, Antonio pretende dar vuelta el teclado, para intentar sacar la yerba que había quedado entre las teclas y luego poder secarlo, pero el cable no se lo permitía, Por lo que decide desconectarlo, pero no se percata de que estaba descalzo y sus pies aun estaban húmedos, la corriente se propagó, la humedad la atrajo y como un buen equipo, jugaron en contra de Antonio ganándole la partida.
Magalí

Comentarios

  1. Magui muy bueno el tuyo, y el de Fabricio, me produjo una confusion al final.
    Yanina

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  2. El cuento de Fabricio esta muy bien relatado y un final muy acorde a la actividad.
    El cuento de Magali muy bueno y me gusta mucho el final tambien, pero me gusta mas por ser ingenioso donde dice: sus pies aun estaban húmedos, la corriente se propagó, la humedad la atrajo y como un buen equipo, jugaron en contra de Antonio ganándole la partido.
    Macarena

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  3. Magali me gusto como redactaste la historia,y las frases que usaste. Es uno de los que mas me gusta.
    Lucia

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  4. Me gusto mucho el de magui por los terminos que usa.
    El de fabricio no entendi mucho el final.
    Y el De Yanina me gusto.
    Vanessa

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  5. Muy bien los comentarios; Vanessa ¡qué te gusto del de Yanina?; Yanina: ¿Qué te gustó del de Magalí? Cuenten, cuenten...

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  6. Lo que me gusto es la forma de redactarlo, como usa frases, la historia también me parece muy buena que ya que tiene un buen sentido!
    Yanina

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