Relatos de Cristian, Virginia y Leo

El hambre tiene consecuencias

En una mañana como cualquier otra un hombre prepara su almuerzo para saciar el hambre, sentía a cada rato un rugido típico en su interior que lo perseguía como un león queriendo atrapar a una cebra, eso era su estómago.
Después de encender un fósforo y colocar la sartén en la cocina tomó una botella de aceite y la colocó sobre la sartén.
Luego de unos minutos, llegaba la mejor parte para el hombre, que era colocar una milanesa sobre la sartén.
El hambre se hacía sentir cada vez más fuerte dentro de la casa. Para distraerse mientras esperaba que se terminara de cocinar la milanesa, comienza a trapear el piso. Mientras tanto se sentía un aroma que daba sabor al aire, tomó un tenedor para dar por finalizada la actividad.
Ni bien dio vuelta la milanesa saltó una gotita de aceite caliente al ojo y entonces se resbala con el piso mojado y queriendo agarrarse de algo para evitar la caída volteo por accidente la sartén y después de recibir el golpe de la caída, el aceite caliente se derrama sobre su cara, el ardor en la cara del hombre era demasiado para que su cuerpo pudiese responder y buscar algo para saciar el ardor. Después de esa horrible experiencia, el hombre busca frente al espejo su rostro y no logrando ver más que ampollas en algunos rasgos de lo que antes era su cara siente que lo va envolviendo un ambiente soñoliento y va cayendo y toca el piso y hasta el nuevo día.

Cristian

UN PASO EN FALSO

En una mañana como todas las mañanas que madruga Cristian, se levantó esperando a los milagros de la vida ¿Cómo sería su día hoy? ¿Igual que todos los días? ¿Con sorpresas? Porque la vida te da sorpresas como la que tuvo Cristian. A las 6:45 sonó su despertador y pensó cómo sería su día, levantarse, darse un baño, desayunar y salir a trabajar, se levantó, salió de su cama de sábanas blancas que todavía permanecían calentitas, bajó un pie y sintió el frío del piso de cerámico, se dirigió en forma zigzagueante hacia el baño ya que todavía sigue dormido, prende la luz y se enceguece por un momento, deposita el equipo de música en el suelo y pone un CD de música moderna, comienza a escuchar la canción que más le gusta, abre la canilla del agua caliente de la bañadera y pone el tapón, cuando comienza a sacarse su piyama a rayas, siente el sonido aterrador y prolongado del timbre, con los pelos de punta y malhumorado se tapa con la toalla y piensa enfurecido quién sería el que vendría a molestar a esas horas, sale golpeándose contra las paredes del baño ya que todavía esta atolondrado por el sueño y mira por la ventana, visualiza que era una persona vestida de azul que era el jefe de correos, abre la puerta y le entregan papeles que tiene que firmar, eso le lleva más tiempo del pensado, al despedir al jefe de correo, volviendo hacia el baño, encuentra un gran reflejo que le llama la atención, al abrir la puerta siente algo frío y húmedo en sus pies, se sorprende y descubre que ya no sonaba más su canción favorita, ya era demasiado tarde para percatarse de su distracción, sus pies no podían dar un paso atrás, fue un mal paso.

VIRGINIA

El labio caído

Una mañana temprano va rumbo al dentista ha hacerse un control, al llegar debe esperar más de 2 hs. en la sala de espera porque estaba atendiendo a otro paciente. Se empezó a poner nervioso, se puso muy inquieto, no podía dejar de masticar chicles y comerse las uñas y así es que se mordió el labio, seguía muy nervioso. Lo llaman para pasar a la sala odontológica, se resbala, cae con la cara sin apoyar las manos, se golpea nuevamente el labio, le sangra mucho. Al levantarse se toca la boca, siente que su labio no es el mismo de siempre, pero era sólo su imaginación, su labio no había cambiado. Lentamente se sienta en el sillón para ser atendido, abre la boca con mucho miedo, muy despacio, el dentista mira su dentadura y le ve una gran carie, le dice que le debía arreglar la muela urgente, el paciente muy asustado, nervioso, bañado en transpiración cierra los ojos y le dice arregle la muela antes de que me vaya. El odontólogo toma la jeringa para ponerle la anestesia, al pinchar su paladar y su encia el paciente se mueve mucho del susto y el dolor que le agarró en ese momento, así fue como se quebró la aguja en su encia y eso hizo que su labio se hinche, pierda fuerza y que su boca quede así para siempre.

Leo.

Comentarios

  1. El cuento de Cristian es muy al estilo Cortázar!.. Muy ingenioso.. Maguii..

    ResponderBorrar
  2. El de Virginia, me gusto, y me parece que cumple con las condiciones para parecerse a uno de Cortazar, ya que el final me dejo pensando que sucedía.
    Yanina

    ResponderBorrar
  3. Me gusta el final del cuento de Vicky..
    Stefania

    ResponderBorrar
  4. Me gusta el final del cuento de Cristian.
    Me parece que responde bien a la actividad.
    Hubiera puesto un titulo mas ingenioso.
    Macarena

    ResponderBorrar
  5. El cuento de Virginia me gusto mucho.
    Responde muy bien a la consigna, pero a veces parece que necesita un punto en medio porque queda todo muy junto y se mezcla.
    Muy buen final!
    En cuanto al cuento de Leo, me parece que le falta suspenso.
    Macarena

    ResponderBorrar
  6. El cuento de Virginia me gusto,
    muy interesante el final, deja pensando que le paso al personaje. y Tiene muchas caracteristicas similares a los cuentos de Cortazar.
    Lucia

    ResponderBorrar
  7. ¡Ahora sí nos animamos! Veo que muchos han pasado por todo el blog tomándose el tiempo para leer.
    Hya buenos comentarios y muy útiles para mejorar y debatir.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario