El cigarrillo, el culpable Como de costumbre, se levantó una mañana de invierno, preparó su desayuno y partió en su auto a gas, al trabajo. Iba muy tranquilo, escuchando una serena música y fumando un cigarrillo. Llevaba la ventanilla semi abierta, para que el humo del cigarrillo no quedara dentro del automóvil y para poder tirar las cenizas y la colilla al finalizar de fumar. De repente, suena su celular, que llevaba guardado en la guantera de su auto, lo recoge, observa quien era el que lo llamaba y resultó ser la secretaria de la empresa, en la cual él trabajaba. Contesta el llamado y ésta le comunica que lo ascendieron en el puesto de trabajo, él se alegra mucho con la noticia recibida y sin pensar, tira la colilla del cigarrillo encendida, ya que afuera hacía mucho frío, el viento estaba muy fuerte, y él ya comenzaba a sentir ese aire tan fresco, por este motivo cierra la ventanilla y finaliza la llamada telefónica; la tan inocente colilla cae dentro del auto cerc...