Borges, Un laberinto infinito
Tarea para próxima clase:
Lean el siguiente material y elaboren un apunte con las ideas centrales atendiendo a estos ejes:
Lean el siguiente material y elaboren un apunte con las ideas centrales atendiendo a estos ejes:
Laberinto:
¿Por qué es tan importante esta construcción en la obra de Borges?
¿Qué es representa para Borges la figura el laberinto?
Biblioteca:
¿Qué datos biográficos del autor se mencionan?
¿Qué simboliza la biblioteca para Borges?
BORGES, UN LABERINTO INFINITO
“Nadie rebaje a
lágrima o reproche, esta declaración de la maestría,
de dios que con
magnífica ironía, me dio a la vez los libros y la noche”
( J. L. Borges – Poema de los dones)
El LABERINTO
Borges toma la idea del laberinto griego como una metáfora que encierra la
concepción de la vida como un camino sinuoso en donde a partir de nuestras
elecciones decidimos diariamente la senda que recorremos. El laberinto se
repite de manera simétrica, igual que ciertos pasajes en la existencia del
hombre que vuelven a manifestarse de la misma forma ad infinitum.
La temática del laberinto se desenvuelve a lo largo de la creación del
autor, construyendo una serie de correspondencias simbólicas. Esta clase de
instalación arquitectónica se abre a múltiples lecturas según el ángulo desde
donde esté enfocada su concepción. Pero inevitablemente nos conduce de un
emplazamiento físico a una dimensión
temporal de carácter infinito donde el tiempo cíclico conforma el mito del
retorno eterno.
Borges cultiva la idea del laberinto: sus obras transmutan sueños en
laberintos complejos y conmovedores a la vez. Según confesó una vez en una
entrevista: “el laberinto simboliza que
el hombre está perdido, aunque esta afirmación pueda resultar evidente. Otra de
sus particularidades es que todas las construcciones humanas tienen una
finalidad específica, pero, por el contrario, la idea de construir un edificio
para que el que entre en él se pierda, es una idea rarísima”.
El relato configura un creciente laberinto que es nuestro destino. Es la
perplejidad, la resignación y la angustia cotidiana en la búsqueda de tomar la
bifurcación correcta. Pregunta constante, determina la solución o la
frustración. Es una búsqueda permanente por encontrar la salida. Es
perseverancia y tenacidad. Es movimiento e infinito.
LA BIBLIOTECA
La biblioteca es otro laberinto borgeano que encierra la relación del escritor
con la memoria y el conocimiento.
Borges fue fundamentalmente un gran y avezado lector. La biblioteca es su
espacio natural de acción. Trabajó como catalogador en la Biblioteca Miguel
Cané y dirigió la Biblioteca Nacional entre 1955 y 1973 cuando el gobierno
peronista lo trasladó al Mercado Central como “inspector de huevos, aves y
pollos”, obligándolo a renunciar. Curiosamente rodeado de libros como estaba,
encontró “los libros y la noche”, es decir, allí le llegó su ceguera
definitiva.
Pero para Borges, la biblioteca es un símbolo igual que el laberinto: la
biblioteca es un aleph (conglomerado
del conocimiento universal) donde se encierra el saber de la humanidad. La
biblioteca borgeana abarca los libros que ha leído, los autores que frecuenta.
Es una gran vastedad que recorre todos los territorios y todos los tiempos.
Esta biblioteca lo vuelve un gran maestro ya que en ella se cruzan todas las
disciplinas y todos los saberes. Confesó alguna vez: “He dedicado una parte de mi vida a las letras y creo que una forma de
felicidad es la lectura. (…) Yo he tratado más de releer que de leer, creo que
releer es más importante que leer, salvo que para releer se necesita haber
leído. Yo tengo ese culto del libro”. “que
otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullecen las que he
leído”, dice Borges.
Según entiende
María Kodama, quien fue su esposa, compañera y estudiosa de su obra, los
ensayos de Borges se leen como cuentos, sus cuentos son poemas y sus poemas nos
hacen pensar como si fueran ensayos.
Fuente: Nadie rebaje a lágrima – Antología Jorge Luis Borges
– La estación
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