Argumentación - Conceptos Teóricos
De acuerdo a lo explicado en clases, aquí les proporciono el material teórico para que elaboren el mapa conceptual con los conceptos más importantes.
La
argumentación
Argumentar significa defender una idea o una opinión aportando un
conjunto de razones o pruebas que justifiquen una postura.
La argumentación tiene una importancia enorme en la
vida social. Utilizamos la argumentación para justificar nuestros pensamientos
o nuestros comportamientos, para persuadir a los demás de nuestros puntos de
vista, para influir sobre el comportamiento de los otros, como base para la
toma de decisiones.
Por lo general, la argumentación se usa ante la
necesidad de desarrollar temas que resultan controvertidos porque es posible
encontrar posiciones diversas sobre ellos. La eficacia de una argumentación
está en que el destinatario muestre un cambio en su actitud o en sus creencias
y no en la verificación o demostración científica.
Elementos
de la argumentación
En toda
argumentación podemos distinguir tres elementos básicos: el objeto de la argumentación, la tesis
y los argumentos.
El objeto de la argumentación es
el tema sobre el cual se argumenta.
La tesis es la postura que el
argumentador tiene respecto al tema objeto de argumentación. En un texto puede
estar explícita o implícita.
Los argumentos son las razones en
las que basamos nuestra postura ante el tema objeto de la argumentación.
Además podemos agregar un cuarto
aspecto que es el auditorio (persona
o conjunto de personas que conforman los receptores del mensaje y en quienes el
emisor quiere influir con su argumentación)
Tipos de argumentación
Unas veces nos vemos obligados a
argumentar para defender una idea u opinión propia o aceptada por nosotros;
otras veces, en cambio, nuestra argumentación no pretende mostrar la bondad o
validez de nuestra postura, sino mostrar nuestro desacuerdo con una postura
diferente a la nuestra. Por eso, y según el objetivo que se pretenda alcanzar,
se habla de dos tipos de argumentación:
La argumentación positiva o prueba
consiste en presentar argumentos que respalden nuestra postura ante el tema
objeto de la argumentación.
La argumentación negativa o refutación
consiste en aportar argumentos que sirvan para rechazar los argumentos
contrarios a nuestra postura.
Clases de argumentos
A la hora de preparar una argumentación se
pueden utilizar diferentes clases de
argumentos:
- Argumentos racionales. Los argumentos
racionales son aquellos que se basan en las ideas y verdades admitidas y
aceptadas por el conjunto de la sociedad (definiciones, analogías). Un
ejemplo de argumento racional para apoyar la tesis «No hay que contaminar el mar» sería el siguiente: El mar es
una fuente de vida.
- Argumentos de hecho. Los argumentos de hecho son aquellos que se basan en pruebas observables (Ejemplos, datos estadísticos y de encuesta). Por ejemplo, la tesis «Este año ha llovido mucho» puede sustentarse en un argumento de hecho como el siguiente: Los ríos están al máximo de su capacidad.
- · Argumentos de disociación. Apuntan a desarticular elementos que, en lo aparente, constituyen un todo. Muestran al destinatario las particularidades de algo para llevarlo a pensar de otra manera distinta a la preconcebida. Ejemplo: “Esta medida de protección de recursos naturales esconde, en la práctica, una intención de comercializar ciertos productos, aparentemente, no contaminantes”
La lógica argumentativa
Para que una argumentación sea correcta, los
razonamientos deben estar sujetos a las leyes de la lógica. Cuando en un texto
argumentativo la lógica no se utiliza o se utiliza incorrectamente, entonces
nos encontramos ante una mala
argumentación.
Una mala argumentación se produce
muchas veces como consecuencia de la ignorancia o inexperiencia del
argumentador. Pero en ocasiones se recurre a argumentaciones incorrectas de
forma consciente, con la intención de convencer al destinatario por medios no
racionales.
Errores en la argumentación
En general,
podemos hablar de dos grandes tipos de argumentos no sujetos a las leyes de la lógica:
los argumentos incorrectos y los falsos argumentos.
- Los argumentos incorrectos se derivan de la mala
utilización de la lógica argumental, y son especialmente frecuentes en las
personas inexpertas. Entre ellos destacan los siguientes:
* Elevar lo particular a la categoría de
general. Este error se
basa en hacer generalizaciones a partir de uno o varios datos que resultan
insuficientes. Por ejemplo: Tengo un
vecino alemán que ha aprendido español en dos meses, luego a todos los alemanes
les resulta muy fácil aprender español.
* Incurrir en círculos viciosos. Es un error que consiste en utilizar dos hechos
indistintamente como causa y consecuencia. Quien cae en este error no hace más
que dar vueltas a las ideas sin aclarar nada. Por ejemplo: Mi hermana no viene a verme porque no me quiere, luego mi hermana no me
quiere porque no viene a verme.
* Establecer falsas relaciones de causa–efecto. Por ejemplo: He pasado por debajo de una escalera y
después me he caído, luego pasar por debajo de una escalera da mala suerte.
- Los falsos argumentos son, en realidad, modos
de persuasión ajenos a la lógica argumental. Los más utilizados son los
siguientes:
* Apelar a los sentimientos del destinatario. Este
procedimiento persuasivo va desde el halago hasta la compasión pasando por la
amenaza. Por ejemplo: Como ustedes son
personas inteligentes y preparadas sabrán comprender la importancia que tiene la
teoría que defiendo.
* Apelar a la importancia, al prestigio o a
la autoridad del emisor. Este tipo de argumentación trata de captar
la adhesión incondicional del destinatario o del auditorio no por la tesis en
sí, sino por la persona que la defiende. Se utilizan, por ejemplo, cuando el
argumentador emplea falsos argumentos como éste:
Ustedes saben que yo nunca defendería nada que no fuera cierto...
* Descalificación del adversario: consiste en poner en duda el derecho que tiene el adversario de
manifestar una opinión debido a no considerarla legítima.
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